Noelia Núñez dimite, falsedad en su currículum académico
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Noelia Núñez dimite tras confirmar falsedad en su currículum académico

La diputada del Partido Popular, Noelia Núñez González (Madrid, 2 de junio de 1992), renunció este 23 de julio a su escaño en el Congreso y a todos sus cargos orgánicos en Génova, tras reconocer que había falseado su formación académica, incluido un supuesto doble Grado en Derecho y Ciencias Jurídicas de la Administración Pública que nunca completó.

En su perfil oficial, figuraban titulación universitaria en Derecho, Filología Inglesa y acreditaciones en la Universidad Francisco Marroquín —que luego fueron eliminadas por la institución tras desmentir su veracidad. La diputada calificó el escándalo de “equivocación” y aseveró que no tuvo intención de engañar a nadie, aunque ha pedido públicamente disculpas y admitido que dimitir era lo adecuado para restablecer la confianza.

Responsabilidad penal y ética como diputada

Desde el punto de vista penal, el Código Penal, Ley Orgánica 10/1995, contempla en su art. 390 y 392 las penas por falsedad documental. En particular, el artículo 392.1 CP castiga con pena de prisión de seis meses a tres años y multa a quien simule un documento —incluso si no fuese público pero induce a error—, como podría ser una ficha académica oficial falsificada en las webs del Congreso o de un Ayuntamiento.

Aunque no consta denuncia formal, de acreditarse falsedad dolosa —incluso en un documento privado de carácter público—, podría activarse la responsabilidad penal. Además, su cargo estaba alcanzado por el Código de Conducta de las Cortes Generales, que exige integridad, transparencia, diligencia y honradez (art. 2 del Código de Conducta), principios que claramente habrían sido vulnerados.

En cuanto a las consecuencias administrativas o disciplinarias, la Ley 5/2017 de Integridad y Ética Públicas podría aplicar sanciones si se considera que la falsedad académica supone incumplimiento de deberes de conducta en alta responsabilidad institucional.

¿Qué cambia ahora tras su dimisión?

Una vez fuera del Congreso, su dimisión interrumpió el posible establecimiento de responsabilidades internas. No obstante, el silencio inicial del PP ante el escándalo dio paso a una orden interna: todos los diputados del partido han sido instados a revisar sus currículums públicamente para evitar réplicas del caso Núñez.

El PSOE ha exigido la eliminación de los datos académicos incorrectos de la web del Congreso y ha puesto sobre la mesa la obligación de cumplir el Código de Conducta. Tampoco se descartan recursos políticos o acciones de las Cortes si se detectaran casos similares.

Reflexión comparada: un fenómeno tristemente recurrente

El caso Núñez no es un hecho aislado: se suma a una larga lista de políticos que presuntamente inflaron o directamente falsificaron su currículum:

  • Luis Roldán, exdirector de la Guardia Civil, presumía de titulaciones que no tenía;
  • Cristina Cifuentes, expresidenta de la Comunidad de Madrid, fue procesada, tres personas fueron condenadas, aunque ella fue exonerada penalmente por falta de pruebas de su implicación directa en manipulación de su Máster.
  • Pablo Casado, expresidente del PP, obtuvo una licenciatura exprés y un posgrado exagerado;
  • Carmen Montón, exministra socialista, plagió su trabajo de fin de máster;
  • Juan Manuel Moreno Bonilla, actual presidente andaluz, incluyó una licenciatura inexistente;
  • Joana Ortega (CiU), exvicepresidenta catalana, figuraba como licenciada en Psicología cuando aún no había aprobado todas las asignaturas.
  • Pedro Sánchez (PSOE) El actual presidente del gobierno afirmó en su momento tener un máster en IESE, que resultó ser simplemente un curso de “Public Leadership”, y no un título oficial. También se cuestionó la disponibilidad pública de su tesis doctoral y detalles sobre su grado en Economía en el Real Centro Universitario María Cristina. No hubo dimisión ni sanciones legales, aunque sí indignación pública.
  • Albert Rivera (Ciudadanos) Rivera pasó de presentarse con cuatro títulos académicos en 2015 (Licenciatura en Derecho, Máster en Derecho, Doctorado en Derecho Constitucional y Máster en Marketing Político en la Universidad George Washington) a reducir su formación progresivamente en sus intervenciones públicas. En 2018, su currículum solo incluía la Licenciatura en Derecho.

Este patrón se repite en todos los partidos: el inflado del currículum como herramienta de visibilidad política. Y sin embargo, pocas veces desemboca en sanciones firmes o consecuencias jurídicas reales: el escándalo pasa, el político sobrevive, el próximo caso emerge.

Un editorial reciente señaló con contundencia: «mentir en política no es una simple anécdota», sino una falta grave con consecuencias profundas.

Análisis legal y político general

AspectoNúñez como diputadaDespués de dimitir
Responsabilidad penalPodría investigarse por falsedad documental (arts. 390‑392 CP) si se acredita dolo y simulación de información académica.La dimisión no extirpa la responsabilidad penal. Una denuncia activaría la vía judicial.
Ética políticaViolación del Código de Conducta del Congreso (honradez, diligencia, integridad).Tras dimitir, no está sujeta a esas obligaciones, pero el precedente abre exigencias institucionales.
Consecuencias internasEl PP presionó para su renuncia; se exige revisión de otros currículums.Se refuerzan protocolos de verificación interna para evitar futuros escándalos.
Impacto públicoPerdió visibilidad institucional; crisis mediática intensa.Ha sido reclutada en tertulias televisivas; su caso alimenta el debate político.

Conclusión y líneas de futuro

Noelia Núñez ofreció una lectura más moderna del directo al plató: dimitió, pero impulsa una reflexión incómoda. Su caso obliga a preguntarse si la política española valora más la imagen que la formación. La legislación existe (Código Penal, Código de Conducta, Ley de Integridad), pero ¿hay voluntad real de aplicarla?

Si no actuamos con firmeza —denuncia, investigaciones, transparencia real— seguiremos viendo que, tristemente, mentir sale a cuenta.

España necesita un sistema que no premie la impostura académica, sino que exija honestidad radical.

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